
Por Fernanda Contreras.
Cuernavaca.- Comerciantes ambulantes de comida, en esta ciudad, recurren a la compra de hielo para preservar alimentos como pollo, crema y queso, ante las intensas olas de calor. Socorro Bedoya, vendedora, advirtió sobre la rápida descomposición de los productos y el riesgo de enfermedades estomacales.
En entrevista, Socorro Bedoya, quien tiene su puesto de comida en el centro de la ciudad, compartió su preocupación ante esta situación. “El calor está siendo muy fuerte, y los alimentos como el pollo, la crema y el queso se echan a perder en cuestión de horas si no se mantienen refrigerados adecuadamente”, explicó.
La vendedora detalló que la compra diaria de hielo se ha convertido en un gasto extra e indispensable, para poder continuar con su actividad comercial sin poner en riesgo la salud de quienes consumen sus productos.
Socorro Bedoya también alertó sobre las posibles consecuencias para la salud si no se toman las precauciones necesarias. “Un alimento descompuesto puede causar fuertes dolores de estómago, diarrea y otras enfermedades que afectan principalmente a los sectores más vulnerables de la población”, advirtió.
Esta situación pone de manifiesto la vulnerabilidad de los pequeños comerciantes, ante las condiciones climáticas extremas. La falta de acceso generalizado a sistemas de refrigeración eficiente y económico, obliga a muchos a depender de soluciones temporales como el hielo, lo que impacta directamente en sus márgenes de ganancia.
Las autoridades sanitarias locales han emitido recomendaciones a la población para extremar precauciones en el consumo de alimentos en la vía pública durante esta temporada de calor. Se insiste en verificar que los productos se mantengan refrigerados y en buen estado, así como en procurar consumir alimentos en lugares que garanticen las medidas de higiene adecuadas.