Kike Domínguez.

Cuernavaca Mor.- Todo listo en el poblado de Ocotepec para recibir a los fieles difuntos este 31 de octubre, y los días 1 y 2 de noviembre con las tradicionales ofrendas. Una costumbre con cientos de años de historia.

Sin embargo, de acuerdo a Jorge Valdés Balderas, habitante y músico del poblado, esta tradición ya comenzó desde el pasado 18 de octubre, Día de San Lucas, con la colocación de las ofrendas nuevas dedicadas a las personas que partieron de forma trágica como en accidentes viales o un hecho de violencia.

Este año, fueron colocadas 150 de estas ofrendas de este estilo, de acuerdo con lo informado por las autoridades de Ocotepec.

El señor Valdés Balderas nos contó que será el 23 y 24 de octubre cuando se coloquen las ofrendas dedicadas a los infantes y adultos que partieron de este mundo durante el presente año, iniciando un novenario que terminará el 01 y 02 de noviembre, y este último día se acude al panteón con banda y se adorna las tumbas de los fieles difuntos.

Este año, la tradicional “cereada” regresará para recibir a cerca de 5 mil personas, luego de que hace dos años se realizó de manera local, y el año pasado aún continuaran las restricciones por la pandemia de Covid-19.

El 31 de octubre y el 01 de noviembre, en las casas dónde se coloquen ofrendas se recibirá a la gente con comida, que va desde mole, pozole, tortas, tamales, café, atole, y demás comida típica mexicana.

Y los asistentes deberán llevar su cera para ser colocada en el altar, puesto que esta muestra el camino a los fieles difuntos para descender del más allá y reunirse con sus seres queridos, indicó Javier.

Las ofrendas se caracterizan por estar llenas de colores, en las que se adorna con la comida y bebida favorita de la persona que partió, así como objetos que le gustaban y se adorna con la tradicional flor de cempasúchil.

Esta tradición se coloca ante el mundo como Patrimonio Cultural de la Inmaterial de la Humanidad.