El presidente municipal de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, admitió que cuesta trabajo “poner orden” con los comerciantes del “Adolfo López Mateos” que se niegan a dejar las banquetas del área de bodegas, además descartó el uso de la fuerza pública para desalojarlos.
Ante la problemática con los comerciantes y los continuos exhortos que la autoridad que les hizo, fue cuestionado el edil y reconoció cuesta trabajo “poner orden”, pero confió que mediante el diálogo y acuerdo, las cosas mejoren por el bien de todos.
“Son muchos años de estar ocupando los espacios, primero fue pegado a la banqueta después abrieron comercios sobre la vialidad y cuesta bastante trabajo regularizar al comerciantes, porque sienten que hay derecho de su parte”.
Sin embargo rechazó que su administración vaya a usar la fuerza pública para retirarlos de la vía pública.
“Quiero ser muy prudente en ese sentido, llevan muchos años ahí, aplicar la fuerza pública para retirar a los que han hecho de esto una forma de vida licita, puede ser perjudicial, debemos actuar con mucho cuidado, despacio pero sin pausa”.