
Por la redacción.
Cuernavaca, Mor. La Sala Rivera II del Centro Cultural Jardín Borda abrió sus puertas a la exposición “Resonancias Miceliales: Armonías de la Red Interdimensional de los Mundos Vivos”, de la artista Maya Saab. La propuesta combina arte, ciencia y naturaleza a través de una experiencia sonora única.
Las piezas presentadas fueron creadas a partir de las frecuencias electromagnéticas de distintas especies de hongos, lo que permite al público adentrarse en un universo normalmente imperceptible y reconocer la importancia de los ecosistemas que sostienen la vida.

Más allá de lo estético, la obra plantea una metáfora del mundo micelial: la red subterránea que conecta a los seres vivos, símbolo de colaboración y resiliencia, valores que también pueden trasladarse a la vida en comunidad.
“Es una invitación a escuchar lo invisible y comprender los vínculos que nos unen con la naturaleza y entre nosotros mismos”, destacó Montserrat Orellana Colmenares durante la inauguración.

La exposición se suma a las actividades culturales que buscan generar conciencia sobre el cuidado del entorno y ofrecer al público experiencias que entrelazan arte y reflexión social.
