
Por la Redacción.
El Gobierno de México incluyó en el Paquete Económico 2026 una propuesta para aplicar un impuesto del 8 por ciento a videojuegos con contenido violento, tanto físicos como digitales; además de fomentar hábitos de consumo más saludables, como ya ocurre con el tabaco y las bebidas azucaradas.
El objetivo es reducir la exposición a violencia, sobre todo en jóvenes. Sin embargo, no se han definido los criterios para clasificar un videojuego como “violento”, lo que podría generar confusión y afectaciones en el sector.

México tiene 73 millones de jugadores activos, y el 82 por ciento juega en smartphones. Xbox lidera en consolas con 49 por ciento, seguido por PlayStation (35 por ciento) y Nintendo (16 por ciento). Juegos como Call of Duty y GTA VI podrían verse afectados por este nuevo impuesto.
Aunque la intención es positiva, expertos cuestionan su eficacia. Señalaron que la violencia social tiene raíces más profundas y que no hay evidencia concluyente que relacione los videojuegos con comportamientos violentos.
El impuesto podría encarecer productos populares sin resolver el problema de fondo, afectando más al consumidor que al supuesto origen del problema.
Con información de Animal Político