
Por Fernanda Contreras.
Cuernavaca Mor-. María Isabel Nava, hace 20 años tuvo complicaciones para caminar, hasta hace 4 años supo que era debido a un tumor en su columna. Después de pasar por un proceso largo de aceptación, hoy con felicidad ejerce su trabajo, el cual consiste en la reparación de sillas de ruedas.
María Isabel explicó a Punto Por Punto el proceso que tuvo que pasar, para poder adaptar su vida a una silla de ruedas.
“Antes caminaba normal y podía salir a la calle sin la ayuda de nadie, pero me llegó esta enfermedad y toda mi vida cambió en tan solo un segundo”, expresó.
Recordó el trabajo que le costó aprender a moverse con una silla de ruedas, salir a las calles le causaba miedo, realizar en su casa algunas actividades le causaba conflicto, pues necesitaba el apoyo de más personas para poder realizarlas.
Después de años de aprendizaje y con el apoyo de su familia, quienes la animaban a salir, logró retomar su vida.
Explicó cómo fue que logró conseguir su trabajo: “Yo era clienta de la Fundación Autonomía Libertad y Movimiento, llevaba sillas de ruedas para reparar y un día se me ocurrió llamar para pedir informes de alguna vacante, por lo que fui a una entrevista para ver la posibilidad de quedarme con el empleo”.
Al conocer el trabajo que iba a realizar en la fundación, le agradó mucho la idea de trabajar en la reparación de sillas, por lo que hasta el día hoy lleva orgullosamente 11 años trabajando en beneficio de la sociedad.