
Kike Domínguez.
Cuernavaca, Mor.- “No les guardo rencor. Será Dios quien los tiene que perdonar”, señaló Javier Ocampo, padre de uno de los diez jóvenes que fueron asesinados en la colonia Antonio Barona de Cuernavaca, hace poco más de dos años mientras se realizaba un velorio.
El 01 de septiembre del 2020, un comando armado irrumpió en el inmueble, dónde se llevaba a cabo el velorio de un joven, que días antes había perdido la vida en un accidente automovilístico en el Paso Exprés.
Ocho jóvenes perderían la vida en el lugar y dos más en el hospital. El último en morir fue Arturo, hijo de Javier, quien después de casi 19 días de agonía, ya no pudo resistir.
“Pues que les puedo decir, todavía está latente todo esto porque fue una cosa muy fea para todos los que nos toco estar”, contó Javier en entrevista con puntoporpuntotv.com.
Hasta el momento, la justicia no les ha llegado a Edgar Alexander, Diego, Roberto, Marcelino Alejandro, Daniel, Oscar David, Víctor Omar, Aylin, Rubrián y el propio Arturo. Incluso la Fiscalía General del Estado (FGE), en voz de su titular Uriel Carmona, argumentó que no se descartaba que los jóvenes estuvieran relacionados con actividades ilícitas, lo cual, sus padres inmediatamente negaron.
“No sabemos porque sucedió o como fue que realizaron esa matanza esos tipos. Nosotros no tenemos nada que ver. Todos los que murieron eran inocentes”, mencionó Javier.
Javier Ocampo, dijo que no le guarda rencor a los responsables por estos lamentables hechos.
“Pues yo personalmente si los perdonaría. Yo no les guardo rencor, no les tengo odio, ellos sabrán su motivo porque lo hicieron y yo estoy tranquilo. En el momento si da impotencia y da coraje, pero yo ya no puedo hacer nada. Que los perdone Dios y solamente el sabe cuando los va llamar a cuentas.