El obispo de la Diócesis de Cuernavaca, en su homilía dominical, insistió en su llamado a la paz ante la violencia a los más débiles y pobres del país, lo que pasa en estados como Jalisco, Guanajuato y Baja California, “es la expresión de la realidad que vive México, de ahí que invitó “de todo corazón al gobierno a reconocer lo que en verdad está pasando”.
El además secretario general de Episcopado Mexicano, habló de los que pasa en estados como Jalisco, Guanajuato y Baja California, “es la expresión de la realidad que vive México, no vayamos a ser sordos y a dejar que la paz se desmorone, somos un solo cuerpo y lo que le duele a una parte, le duele todo el cuerpo, que Dios nos ayude”.
Insistió que lo que ocurre en estas entidades, es un signo muy claro de la realidad del país, “en cuantas ocasiones en los pueblos remotos de la montaña, pasa lo mismo en este México herido que se vive, (…) yo invito de todo corazón al gobierno a reconocer lo que en verdad está pasando, llámese como se llame, se debe aceptar la realidad en este México herido”.

Por otro lado se refirió de considerar lo que pasa en Nicaragua donde se oprime la libertad de expresión por las dictaduras, “muchos párrocos y el obispo no pueden salir de su casa, no es posible que la iglesia sea cómplice y calle”. Dios quiera que esto no pasé en México.