
Durante la temporada decembrina, Morelos se convierte en un escenario donde las tradiciones comunitarias cobran vida de manera simultánea en barrios, calles y plazas públicas, consolidándose como un atractivo turístico sustentado en la identidad cultural, la convivencia social y el impulso a la economía local.
En este contexto, el secretario de Turismo del estado, Daniel Altafi Valladares, destacó que las celebraciones decembrinas en Morelos mantienen su esencia comunitaria, lo que de manera natural atrae a visitantes interesados en vivir experiencias auténticas.
Subrayó que las posadas y festejos no se organizan con fines turísticos, sino que el turismo surge como resultado de comunidades que conservan vivas sus tradiciones.
Las posadas comunitarias representan una de las expresiones más arraigadas de la temporada.
Organizadas por familias, comités vecinales y habitantes de cada localidad, incluyen recorridos, cantos tradicionales y la preparación colectiva de alimentos, fortaleciendo los lazos sociales y permitiendo que visitantes locales y regionales se integren de forma respetuosa a la vida comunitaria.
La gastronomía típica de diciembre ocupa un papel central en estas celebraciones. El ponche tradicional, elaborado con frutas de la región como tejocote, guayaba, caña, jamaica, ciruela y tamarindo, así como tamales, pan artesanal, buñuelos y dulces típicos, activa cadenas productivas locales y beneficia directamente a cocineras tradicionales, productores y pequeños comercios.
El arte popular decembrino también adquiere relevancia durante esta temporada. La elaboración de cera escamada, nacimientos, esferas de barro y piñatas tradicionales impulsa la actividad de talleres familiares y espacios artesanales, que encuentran en diciembre uno de los periodos más importantes para la comercialización de sus piezas.
A estas expresiones se suman las pastorelas comunitarias, que forman parte del calendario cultural del estado. Presentadas en plazas públicas, casas de cultura, escuelas y espacios abiertos, integran humor popular, música y referencias locales, convirtiéndose en espacios de encuentro social y en un atractivo cultural para quienes visitan Morelos.
Municipios como Jiutepec, Emiliano Zapata, Xochitepec, Tlaltizapán, Tepoztlán, Jojutla, Tlayacapan, Ocuituco, Tetela del Volcán y Coatetelco, así como comunidades del oriente y sur del estado, viven estas tradiciones de manera simultánea, favoreciendo una distribución equilibrada de visitantes y promoviendo un modelo de turismo de cercanía.
A través de estas manifestaciones culturales, Morelos ofrece a visitantes y habitantes la oportunidad de convivir con la vida comunitaria, disfrutar de su gastronomía y conocer su arte popular, fortaleciendo un turismo incluyente y sostenible. Con ello, el Gobierno del Estado reafirma su compromiso de preservar las tradiciones como motor de identidad, cohesión social y desarrollo económico local.