Por Fernanda Contreras.

Cuernavaca Mor, a 30 de enero del 2024.- A los Niño Dios hay que hablarles con cariño, muchas veces no quieren la ropa o los zapatos que les eligen, y cuando les hablas bonito, se dejan vestir, asegura doña Alma Maldonado, quien tiene 9 años en esta labor, en su local del mercado Adolfo López Mateos, de Cuernavaca.

“He tenido varios trabajos pero los dejo en esta temporada por venir aquí a vestir a los Niño Dios, lo hago con mucho amor y porque me gusta ver a la gente que acude con mucha fe”, refirió.

Así mismo expresó que el Niño Jesús no es un muñeco, ni un juego, la imagen representa a Jesús, por lo tanto hay que tratarlo con respeto.

Doña Lourdes Vázquez, lleva muchos años con la tradición, sin embargo, en esta ocasión vivió una experiencia diferente, pues la eligieron para ser madrina.

La responsabilidad del padrino o madrina es llevar el vestido del Niño, proveer de dulces para la fiesta y estar siempre pendiente de la fecha en la que se va a acostar y levantar. Los papás se encargan de hacerles una comida a los padrinos como agradecimiento.