Por Fernanda Contreras.
Cuernavaca Mor.- La señora María Socorro tiene la edad de 67 años, fue atropellada en el mes de julio, cuando caminaba por la avenida Poder Legislativo. El responsable, cuyo nombre no recuerda, era un conductor de la tercera edad, se disculpó y atribuyó su falla a que no llevaba puestos sus lentes y no la vio, por lo tanto le ofreció reparar el daño, pero no lo hizo.
En entrevista con Punto por Punto, doña María explica que a dos meses del accidente, volvió a salir a las calles para ofrecer sus gelatinas. Tiene dolores en una costilla y su pierna, pero no hay opción de reposo, intenta vender lo más que puede para poderle llevar algo que comer a su pequeña hija de 14 años.
Sobre el presunto responsable del accidente, explicó que el conductor solicitó que fuera atendida en el Hospital Morelos, y le aseguró que se haría cargo de todos los gastos médicos.
Sin embargo, cuando fue dada de alta, la subió a un taxi para que pudiera irse a su domicilio, y ya nunca más volvió a saber nada de él, por lo que tuvo que sobrevivir con ayuda de sus vecinos.
Doña María Socorro puntualizó que no fue atendida de la manera correcta, “solo me dieron unas pastillas y una pomada y me mandaron a mi casa para que estuviera en reposo”, expresó.
Los vecinos de la colonia El Empleado, al saber que doña Socorro no contaba con los recursos suficientes para solventar los gastos de medicamentos y alimentación de ella y de su hija Rosa Isela, quien sufre Anorexia, optaron por regalarle algunas despensas para que pudieran tener alimentos en su casa.
Han sido días difíciles, pero esta mujer decidió afrontar su realidad y volver a elaborar y vender gelatinas para seguir luchando por la vida.