
Con una misa fueron recoradados los tres jóvenes asesinados la madrugada del 24 de mayo en el bar “Casa Bacacho” de Cuernavaca, Julio César y Jorge Reyes, así como Gustavo.
“Estoy muerta en vida, han sido tres años muy difíciles”, exernó Hada Ramos, madre de los dos primeros, quien reiteró que aún no hay justicia para las víctimas.
Familiares y amigos, se dieron cita la tarde del viernes en la glorieta que se ubica entre las calles Río Balsas y Río Mayo de la capital morelense, para honrar la memoria de los tres jóvenes.
Hada, reiteró que buscan que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga el caso para que haya una correcta investigación ante la falta de avances de la Fiscalía Estatal.