Por Fernanda Contreras.
Cuernavaca Mor.- Doña Tomasa Pérez inició su labor de comerciante a los ocho años, en el mercado viejo de Cuernavaca; también le tocó estrenar el Adolfo López Mateos, en el cual le brindaron un espacio para poner su negocio de antojitos, El Árbol Encantado.
Al cumplir la edad de 15 años decidió casarse y tuvo que alejarse un poco de su negocio, pero tiempo después volvió a su vida de comerciante en el momento en que su primer hijo tenía dos años, y una bebé recién nacida.
En entrevista para Punto Por Punto Tv, comentó que sus cinco hijos vieron crecer el tan conocido Árbol Encantado y hoy es afortunada de ver como todos forman parte de él, porque la apoyan y ayudan atendiendo a sus clientes, que muchas veces vienen desde el extranjero buscándola para deleitarse con su buen sazón y los distintos sabores de sus aguas frescas.
Asimismo, espera que ellos continúen con la tradición de este negocio y lo cuiden tanto como ella lo ha hecho hasta el día de hoy, siempre y cuando les guste y apasione.
Tomasa Pérez, compartió un mensaje para que todos los comerciantes de Cuernavaca: sigan adelante con sus negocios, sin darse por vencidos a pesar de tener días difíciles, pues en la vida nada es fácil.