
Pedro Martínez Bello, abogado del obispo emérito de Chilpancingo, Guerrero, Salvador Rangel Mendoza fue drogado para ser despojado del dinero de sus tarjetas.
El obispo que junto a dos grupos criminales que tenían aterrada a la capital guerrerense desapareció el sábado 27 de abril al salir de su domicilio en Jiutepec rumbo a Emiliano Zapata, dónde estuvo por últma vez.
Luego apareció en el hospital general “José G. Parres” de Cuernavaca y el lunes 29 por la noche, tras su localización fue llevado a un hospital privado del mismo municipio.
De acuerdo con Martínez Bello para “tener un mayor espacio” y poder convivir con más personas que se preocuparon por la salud de monseñor.
La Fiscalía General del Estado (FGE) sigue la línea de investigación de un secuestro exprés.