Por Fernanda Contreras.

Cuernavaca Mor.- La idea de poner su negocio de reparación de cazado, nació porque su suegro tenía un local de peletería, este negocio se dedica a vender todo tipo de materia prima para el calzado.

Hace 28 años aprendió su oficio de zapatera, comenzó junto con su esposo en un local pequeñito, aprendiendo poco a poco, “nadie nos enseñó, nosotros tuvimos que ingeniárnoslas solos, no sabíamos ni como cortar la suela de cuero, tuve que ingeniármelas porque estaba sola”, refirió Martha Bertis Álvarez, de oficio zapatero.

Uno de los trabajos de mayor satisfacción y experiencia como reparadora de calzado, fue de una clienta que le llevó unos zapatitos que usaba de bebé, al ver su cara de emoción y sentimiento, supo que había realizado un trabajo de calidad.

Al principio le batallábamos demasiado, pero ahora el querer ver un buen resultado y que la gente se vaya satisfecha con su trabajo, es un aliento para seguir adelante.

Las reparaciones que realizan son: cambio de suela, coser tenis, cambio de tacón, restauración de alguna piel, como chamarras, bolsas, mochilas, etc.

Una experiencia total y todo un reto fue asistir a la casa de un cliente para realizarle mantenimiento a una silla de montar, nunca se había atrevido a realizar este trabajo, pero el cliente le insistió tanto que accedió y fue un éxito.

Una de las máquinas más esencial para ellos, es la que utilizan para darle acabado al zapato, cuando terminan una suela de cuero o las suelas de hule, lo que hace esta máquina es lijar el calzado para que tenga un buen acabado.