La sangre la de violencia está dañando la historia de la nación, es urgente que los tres niveles de gobierno trabajen para regresar la paz y tranquilidad, aseguró el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) Ramón Castro Castro, mismo que confirmó que existe el temor que la violencia se traslade a otros estados tras detención del Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán.
En entrevista al finalizar su tradicional homilía dominical, el también obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón admitió preocupación de un posible aumento de hechos de violencia en México.
“Creemos que esto, la captura de este señor va a traer más olas de violencia porque esto es como la cabeza de las medusas le cortas una, pero salen otras. ¿Cuántos son? Son muchas”, se respondió.

De ahí que insistió en llamar al Gobierno federal y demás órdenes de gobierno en revisar la estrategia de seguridad para generar las condiciones de paz en el país y por ende controlar a la ola de violencia.
“No queremos vivir en manos de los delincuentes, deseamos salir con tranquilidad y paz a la calle y vivir nuestra vida cotidiana”.
Por último el líder de la curia católica en la entidad, recalcó que se necesita recuperar la paz y tranquilidad en la nación, para ello debe existir una alianza y colaboración entre los distintos niveles de gobierno, además de que la clase política debe propiciar el diálogo entre las distintas corrientes, ya que “la división no nos lleva a ninguna parte”.
Sobre la homilía, Ramón Castro urgió la conversión ante los ojos de Dios y no del hombre, pidió además orar para pacificar el país ante la violencia que predomina.