Por Fernanda Contreras.

Cuernavaca, Morelos-. El niño ambientalista Santiago Gael, defensor de la naturaleza, explicó la devastación causada por los incendios forestales que azotan el paraje de Hueyapan, en el municipio morelense de Huitzilac, revelando la crudeza de un desastre ecológico que clama por atención.

Santiago Gael explicó en un video para Punto Por Punto cómo es que enfrentan esta situación como combatientes forestales: “para quienes se enfrentan directamente a las llamas, la llegada al incendio es un torbellino de sensaciones abrumadoras, al observar las imponentes columnas de humo alzándose hacia el cielo, se suma el crepitar incesante del fuego, un sonido que anuncia la destrucción”.

Vivimos y visualizamos la desesperación de pequeños animales, mientras aves circulan angustiadas alrededor de sus nidos, solo para ser consumidas por las implacables llamas de fuego en cuestión de segundos, señalo Gael.

En medio de este caos, los combatientes forestales luchan contra una profunda impotencia. Su laboriosa tarea de abrir brechas cortafuegos, trabajando a contrarreloj junto a sus compañeros, se convierte en la única defensa contra la propagación del infierno.

El miedo palpable se entrelaza con la desesperación ante la magnitud del desastre, generando un torrente de sentimientos encontrados en cada uno de ellos.

Tras extenuantes horas de esfuerzo físico y tensión emocional, se toman un breve respiro para beber agua no trae alivio, sino una punzante tristeza. La impotencia de no poder revertir el daño infligido se convierte en una carga pesada en sus corazones.

Con la voz quebrada por la angustia, Santiago Gael expresó la indescriptible devastación provocada por los incendios. Sus palabras pintan un panorama desolador donde innumerables animales y la flora se reduce a cenizas.

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