
Por Fernanda Contreras.
Cuernavaca.- Los comerciantes de flores instalados alrededor de los panteones de Cuernavaca, como Lucía Aguilar, han percibido durante los últimos años una disminución en las ventas durante la celebración del Día del Padre, en comparación al 10 de mayo.
En entrevista con Punto Por Punto TV, Lucía Aguilar, dijo que del Día del Padre se ha vuelto predeciblemente menos favorable. “Antes venía más gente a comprarle flores a sus difuntos padres, pero ahora es mucho menos”, comentó.
La observación generalizada entre sus compañeros es que, aunque sigue habiendo movimiento, no se compara con la afluencia y el volumen de compra que genera el Día de la Madre.
La disparidad en las ventas sugiere un cambio en las dinámicas de consumo y en la forma en que las familias conmemoran estas fechas. Mientras que el Día de la Madre se asocia fuertemente con la visita a los sepulcros y la ofrenda floral, el Día del Padre parece no tener la misma tradición arraigada en este tipo de gestos.
Los comerciantes han intentado diversas estrategias para atraer a los compradores en esta fecha, ofreciendo arreglos especiales o descuentos. Sin embargo, estas iniciativas no han logrado revertir la tendencia a la baja.
La comerciante puntualizó que la inversión en flores para el Día del Padre se ha vuelto más cautelosa, ajustándose a la demanda que saben será menor, lo que impacta directamente en sus ganancias durante la primera quincena de junio.
El Día del Padre, por su parte, se ha convertido en una fecha de ventas moderadas, un recordatorio de que algunas costumbres, por más significativas que sean, evolucionan con el tiempo y modifican el comportamiento de los consumidores.