Cuernavaca, Mor., a 22 de abril de 2023.- El día internacional de la Tierra se celebra para llamar a la reflexión y a la acción sobre la urgencia de restaurar nuestros ecosistemas y fue implantado por la Organización de las Naciones Unidas el 22 de abril, en donde varios países como México lo celebran.
Y más que celebrar, significa realizar acciones concretas en favor del planeta y para ello es necesario la alianza de gobiernos, empresas y ciudadanía para que todos seamos representados y todos seamos responsables, así lo manifiesta la ONU como parte del espíritu de esta fecha.
Y es que de acuerdo a la ONU “los ecosistemas sustentan todas las formas de vida de la Tierra. De la salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro planeta y sus habitantes”, de ahí la relevancia que desde el lugar más pequeño del mundo y del país, hasta una gran ciudad, se implementen acciones constantes y tendientes a reducir el impacto que ya dejó el cambio climático en diversos recursos naturales que por sobrevivencia nos hemos ido acabando los seres humanos.
“La Madre Tierra claramente nos pide que actuemos. Los océanos se llenan de plásticos y se vuelven más ácidos. El calor extremo, los incendios forestales, las inundaciones y otros eventos climáticos han afectado a millones de personas. Aún a día de hoy nos enfrentamos al COVID -19, una pandemia sanitaria mundial con una fuerte relación con la salud de nuestro ecosistema.
El último informe de la ONU sobre cambio climático nos demuestra que existen opciones viables y eficaces para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarnos al cambio climático. Pero es necesario ponerlas en marcha ya. En México y en Morelos, por citar un ejemplo ya se aplican en municipios del país, políticas acordes a la agenda 2030 que significa realizar acciones para disminuir la contaminación que generamos en diversos momentos de la vida cotidiana de una sociedad: desde echar un aerosol para matar moscas, hasta el niño que va en la combi y avienta su bolsa de papas; o la gente que deja tirada basura en parques, barrancas, calles y demás espacios abiertos; la quema de basura y otros objetos altamente contaminantes como plásticos, llantas, latas, etc.
De acuerdo a la ONU, el agua es el centro de la crisis del cambio climático y “afecta en el planeta de formas complejas. Desde patrones de precipitación impredecibles hasta la reducción de las capas de hielo, pasando por el aumento del nivel del mar, inundaciones y sequías: la mayor parte de los impactos del cambio climático se reducen al agua (ONU-Agua)”.
El cambio climático está acelerando tanto la escasez de agua debido a que el aumento de las temperaturas altera los patrones de precipitación y todo el ciclo del agua. (UNICEF).
Aproximadamente dos mil millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a agua potable segura en la actualidad (Informe ODS 2022), y aproximadamente la mitad de la población mundial sufre una grave escasez de agua en algún momento del año (IPCC). Además, se espera que estas cifras vayan en aumento debido a la aceleración del cambio climático y al crecimiento de la población (Organización Meteorológica Mundial /OMM).
De acuerdo al Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) México es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático, como consecuencia, actualmente se pueden observar los siguientes impactos:
• México se ha vuelto más cálido desde la década de los años sesenta del siglo pasado.
• Las temperaturas promedio a nivel nacional aumentaron en 0.85°C y las temperaturas invernales en 1.3°C.
• Se ha reducido la cantidad de días más frescos desde los años 60 del siglo pasado y hay más noches cálidas.
• La precipitación pluvial ha disminuido en la región sureste del país desde hace medio siglo.
• Así como el aumento de huracanes, sequías, deslaves, temperaturas extremas y lluvias torrenciales, inundaciones e incendios que hasta hoy han ocasionado altos costos económicos y sociales.
Actualmente hay 2 mil 583 especies que están en peligro o riesgo de extinción, debido a la transformación y degradación de los ecosistemas afectan a la mayoría de éstos, sobre todo, a los bosques tropicales.
Al rededor del 67% de los bosques en nuestro país están fragmentados, por lo tanto, hay una reducción en la calidad y cantidad de los hábitats silvestres; a partir de evaluaciones globales se estima, que la fragmentación de bosques es más severa en los estados del sur, incluyendo Veracruz, Tabasco, Yucatán, Quintana Roo, Michoacán y Chiapas.
Los manglares mexicanos cubren 742 mil hectáreas, 55% de ellas se ubican en la península de Yucatán; este tipo de ecosistema ayuda a mitigar los efectos de el cambio climático. En 2016 la tasa estimada de deforestación de manglar generó alrededor del 10% de las emisiones globales de carbono por año.
El Instituto Nacional de Cambio Climático (INECC) ha encontrado que de los 2 mil 456 municipios en los que se divide el país, 480 (20%) tienen un nivel de vulnerabilidad al cambio climático muy alto o alto, además, de acuerdo con el Banco Mundial y la OECD se estima que alrededor del 68% de la población y el 71% del PIB de México están expuestos a los efectos negativos del cambio climático.
El gas más abundante que se emite en México es el bióxido de carbono con 71% de las emisiones, seguido del metano con 21%, del total de estas emisiones 64% provienen del consumo de combustibles fósiles; 10% se originan por los sistemas de producción pecuaria; 8% provienen de los procesos industriales; 7% se emiten por el manejo de residuos; 6% por las emisiones fugitivas por extracción de petróleo, gas y minerías, y 5% se generan por actividades agrícolas.
El Agotamiento y la Degradación Ambiental durante el proceso productivo genera costos ambientales derivados del agotamiento de los recursos naturales, en 2018, estos costos registraron un monto por 1,019,751 mdp.
Sin embargo, ante este desastre, este día justo es para reflexionar y hacer algunas acciones desde la sociedad civil hasta las grandes instituciones y empresas que deben generar con seriedad sus propios proyectos para no degradar más el medio ambiente.
Y ¿cuáles son las recomendaciones para cuidar nuestro planeta Tierra?
Hay varias como reciclar el agua; no permitir tener fugas de agua en casa o aprovechar esa agua para alguna actividad doméstica; captar agua de lluvia; separar la basura, para que llegue los menos desechos posibles a los sitios de disposición; cultiva nuestros propios alimentos; usar productos ecológicos que generan menos contaminación ambiental ya que no se utilizan fertilizantes; plantar árboles, reutiliza otros productos plásticos o diversos antes de tirarlos; y todo lo demás que como ciudadano se pueda implementar para ayudar al medio ambiente.
Las acciones no sólo vienen de las instituciones o gobiernos, sino desde el núcleo familiar o la sociedad civil, para también avanzar hacia una tierra menos contaminada.