Por Damián Fiesco

Cuernavaca, Morelos.- El notable deterioro de calles, banquetas y carriles vehiculares se ha convertido en una constantes en distintos puntos de la ciudad, donde los baches, desniveles y superficies dañadas representan un riesgo tanto para automovilistas como para peatones.

A esto se suma la presencia de olores persistentes a desechos orgánicos en plena vía pública, situación que ha generado incomodidad entre vecinos y comerciantes, además de evidenciar un problema de salud e higiene que permanece sin atención adecuada. En varios sectores, personas en situación de calle han comenzado a utilizar las aceras, esquinas, barrancas, cajeros de bancos y otros, como espacios para pernoctar, dejando a su paso basura y residuos que agravan las condiciones del entorno.

La ciudad, que en algún momento fue reconocida por su impecable imagen como la “Ciudad de la Eterna Primavera”, hoy enfrenta una realidad muy distinta. De acuerdo con denuncias ciudadanas, el servicio de recolección de basura ha presentado constantes fallas, lo que ha derivado en la acumulación de desperdicios en calles y banquetas.

Vecinos señalan que estos problemas no son recientes, sino que forman parte de una serie de afectaciones que llevan tiempo. Mientras tanto el deterioro urbano avanza y la calidad de quienes transitan y habitan en la zona continúa viéndose afectada.

En tiempos recientes se han impulsado algunas obras públicas y acciones de rehabilitación que no se veían desde hace años en ciertos puntos de interés de la ciudad; la realidad es que el deterioro urbano arrastra un rezago acumulado de administraciones pasadas. Las condiciones de las calles, banquetas y servicios básicos se han visto afectadas durante años de falta de mantenimiento, por lo que los avances actuales, aunque visibles en algunas zonas, resultan insuficientes frente a la magnitud del problema.