Samuel Hernández Beltrán, cronista de la ciudad, precisó que dicho encuentro fue crucial, ya que posterior a éste, Francisco I. Madero solicitó al Caudillo del Sur deponer las armas y continuar el movimiento por la vía pacífica, por lo que Emiliano Zapata lo calificó como un traicionero y, lejos de abandonar las armas, su movimiento fue en ascenso.
“No podemos dejar pasar desapercibida esta fecha cuyo objetivo es el de recordar este histórico encuentro que sucedió un 18 de agosto de 1911, con el propósito de procurar la resolución del problema agrario a cambio de que las tropas zapatistas fueran licenciadas y entregaran sus armas”, señaló el cronista.
Finalmente, indicó que este encuentro vislumbró el interés genuino de la lucha zapatista por mejorar las condiciones de los campesinos oprimidos por el régimen porfirista, por lo que tras dicha reunión se dio origen al Ejército Libertador del Sur, que fue el segundo ejército más poderoso de la Revolución Mexicana y que luchó contra el ejército Huertista e incluso contra el propio Madero, cuando éste abandonó la idea de la lucha agrarista.
