
Por Fernanda Contreras.
Cuernavaca, Mor.- En la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Alta Vista, al poniente de Cuernavaca, la celebración de la Virgen del Carmen es una tradición arraigada que data al menos desde 1958, aunque el origen exacto de la imagen se desconoce. Agustina Reyes Estrada, ministra de la parroquia, explicó la evolución de la festividad.
En entrevista con Punto Por Punto, la ministra detalló la transformación de la celebración. En sus inicios, la festividad era un evento más íntimo, caracterizado por las mañanitas y misas
Hoy, la preparación para el 16 de julio incluye un novenario de misas, precedido por una misa de envío donde imágenes de la Virgen del Carmen, provenientes de diversas comunidades, se congregan en el templo. La víspera, el día 15, se celebra una misa especial, tras la cual las imágenes regresan a sus lugares de origen.
Para los feligreses, la Virgen del Carmen es, ante todo, la Virgen María, considerada una intercesora fundamental ante Dios, lo que subraya la importancia espiritual de esta celebración.
La organización de la festividad ha experimentado ajustes, especialmente en la coordinación entre los eventos religiosos y las actividades sociales externas. Aunque históricamente ambos aspectos estaban entrelazados, en la actualidad existe una separación de lo religioso y lo secular. A pesar de los esfuerzos por mantener la armonía, surgen desafíos, como el incumplimiento de normativas sobre la venta de alcohol cerca de la iglesia, lo que genera cierta preocupación en la comunidad parroquial. Agustina Reyes Estrada expresó un deseo de que la celebración fomente una mayor unión comunitaria. Anhela que tanto dentro como fuera de la iglesia, la festividad de la Virgen del Carmen sirva para hermanar a los participantes, superando divisiones y fortaleciendo los lazos sociales.