
Por Dulce Hernández
Cuernavaca, Mor. El avance de la tecnología y su presencia constante en la vida cotidiana ha modificado hábitos y dinámicas familiares, afectando directamente el bienestar físico y emocional, sobre todo en niños y adolescentes. Expertos advierten que el uso desmedido de dispositivos móviles y pantallas digitales puede tener consecuencias profundas si no se regula adecuadamente desde casa.
El uso desmedido de tecnología está generando afectaciones físicas, emocionales y cognitivas, especialmente en niños y adolescentes, advirtió Nayeli López Enríquez, psicóloga clínica del Hospital General Regional de Cuernavaca.
Entre las consecuencias más visibles están problemas de visión, dolor de cabeza, posturas inadecuadas y alteraciones del sueño, como el insomnio, derivadas de la disminución en la producción de melatonina.
En el ámbito emocional, Nayeli explicó que la exposición prolongada a dispositivos genera ansiedad, síntomas depresivos, irritabilidad y dependencia a estímulos inmediatos.
Esto impacta en la tolerancia a la espera, capacidad de concentración y en la necesidad constante de validación social, especialmente entre adolescentes. En menores, el uso temprano de pantallas impide el adecuado desarrollo del lenguaje, la interacción social y la maduración cerebral, lo que podría derivar en conductas hiperactivas y déficit de atención.
Se estima que estas problemáticas han incrementado entre un 30 y 40 porciento, de acuerdo con registros médicos y psicológicos del hospital.
La especialista llamó a padres y cuidadores a limitar el uso de dispositivos, establecer horarios de sueño adecuados de 10 a 12 horas en niños y 8 en adultos y evitar el uso de pantallas al menos dos horas antes de dormir. En niños menores de dos años, recomendó evitar totalmente su uso.
Finalmente, alertó que señales como la negativa a dejar los dispositivos, insomnio, ansiedad, pesadillas, regresión en el control de esfínteres o irritabilidad, deben considerarse focos de alerta para buscar ayuda profesional.