Javier Pineda

No tuvo que pasar siquiera un año de las elecciones locales y federales y ya los partidos políticos y gobernantes están volcados en la próxima elección en unos días. Esa que les permita en unos casos hacerse de poder, y en otros, de mantenerlo.

Para los partidos y aspirantes a cargos de mayor relevancia, es de suma importancia la elección de autoridades auxiliares de los ayuntamientos, para ello más que en estar interesados en brindar atención adecuada a las necesidades de los ciudadanos, están volcados a hacerse del poder en las ayudantías y delegaciones municipales.

Quien busque la reelección en un ayuntamiento, sabe que además de otras acciones, tiene que tener de su lado a la mayoría de ayudantes municipales, que le ayuden en su momento a obtener el triunfo. Y quienes aspiren en este demandado ejercicio del “trapecista”, buscar otro cargo de representación en 2027, saben que lo que abunde no sobra para alcanzar la meta.

Es por ello que allá abajo, en donde no se ve, en donde no se nota, las estructuras partidistas están operando, con recursos económicos, con trampas, con movilizaciones, con amenazas y todas herramientas a su alcance para obtener la victoria.

Hacerse del poder es tan viejo como la humanidad, es parte de la naturaleza humana: ganar, dominar y a veces hasta someter. La pregunta aquí es ¿y quién atiende las demandas y exigencias de los ciudadanos si gran cantidad de recursos para obras y acciones se usan para lograr el poder?