Kike Domínguez.

Cuernavaca, Mor.- Sin justicia aún para la activista Ana Luisa Garduño a punto de cumplirse un año de su asesinato en Temixco, Morelos. Colectivos feministas exigen que el caso se esclarezca y su muerte no quede impune, así lo externó Andrea Acevedo García, de la colectiva ‘Divulvadoras’.

Fue la madrugada del 28 enero del 2022, cuando sujetos armados ingresaron al bar “Apolo Xl” de la cabecera municipal y abrieron fuego en contra de la creadora de la organización “Ana Karen Vive”, en memoria de su hija también asesinada en 2012.

Una de las primeras versiones que circuló, fue que se trató de una riña. Sin embargo esta se fue dilucidando con el tiempo.

Para Andrea Acevedo, es necesario aclarar que ocurrió aquel día y que el crimen no quede impune.

Desde febrero del 2022, la Fiscalía de Justicia del Estado de Morelos (FGJE) manejaba tres líneas de investigación: Una por un supuesto robo con violencia por una cantidad importante de dinero, otra que señalaba que podrían estar implicadas las mismas personas implicadas en el feminicidio de su hija, y la última por su actividad como activista.

Sin embargo, a día de hoy los responsables siguen gozando de impunidad.

Acevedo García, señaló que este es uno de los dos casos del mismo tipo en México, una madre buscando justicia para su hija que es asesinada, tal como ocurrió con Marisela Escobedo.

Dijo, ante esto, es necesario dejar de simular en la prevención de estos acontecimientos y que el Mecanismo de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas funcione de manera eficaz.

Otras agrupaciones que se pronunciaron por la muerte de Ana Luisa fue “Defensoras de Derechos Humanos México”.

“Mantenemos la exigencia de verdad, justicia y reparación ante el feminicidio de la #Defensora Ana Luisa Garduño, fundadora de la asociación civil “Ana Karen Vive”, asesinada el 27 de enero de 2022 en Temixco #Morelos

Su voz no será callada pues el eco de su demanda sigue vigente”, publicó la organización en redes sociales.

El 10 de mayo del año anterior su hijo Martín Huicochea Garduño, colocó una imagen en el memorial a víctimas del Palacio de Gobierno, junto al de su hermana Ana Karen, quien tampoco ha recibido justicia.

Sus imágenes son símbolo de la impunidad que mantienen sus dos muertes en Morelos.